Jueves 28 Marzo 2024

Con el desarrollo de la pandemia del coronavirus en nuestro país, en la Ciudad de Buenos Aires se consolidó la tendencia de crecimiento de los llamados a la línea de asesoramiento y contención gratuita para mujeres víctimas de violencia por motivos de género. Entre el 20 de marzo y el 30 de septiembre de este año aumentaron las consultas un 56% con respecto al mismo período del año pasado.
A más de 6 meses del inicio de la cuarentena en Argentina, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, a través de la Dirección General de la Mujer, registró 36.105 llamados a la Línea 144, lo que representa un 56% más, en relación al mismo período del año pasado.
La línea 144 es la herramienta gratuita del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para asesoramiento, acompañamiento y contención de cualquier mujer en situación de violencia por motivos de género y que desee pedir ayuda. Trabajan allí profesionales psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales, todas ellas formadas como operadoras para la situación. La línea trabaja de forma confidencial y los llamados son gratuitos.
En el contexto de la pandemia del COVID-19, el 144 trabaja con 34 operadoras en 6 turnos, a través de celulares enrutados a la línea. El 144 no es para hacer denuncias ni para llamar ante una emergencia, pero si eso sucede, las operadoras harán la derivación al 911 o al organismo correspondiente. Si una mujer se encuentra bajo una situación de violencia por la cual corre riesgo su integridad física debe comunicarse al 911, quien se dirigirá hacia el lugar con una cuadrilla de género.
A su vez, desde fines de abril se encuentra disponible una funcionalidad específica en Boti, el Whats App de la Ciudad -11-5050-0147-, para que cualquier mujer pueda contactarse y ser derivada con las operadoras del 144. Esta herramienta es especialmente útil para cuando una mujer se encuentra imposibilitada de hablar por teléfono, por ejemplo, cuando convive con su agresor. Desde que se incorporó, se recibieron 3.339 contactos por esta vía. Asimismo, se registraron 524 mensajes por acoso callejero.
"Es importante para nosotros poder darle continuidad a esta política pública en la Ciudad, sobre todo en el contexto de la pandemia. Estamos observando la consolidación de una tendencia de crecimiento de los llamados a la línea 144 y por eso queremos enfatizar el mensaje de que las mujeres no están solas, que cuentan con profesionales de distintos ámbitos y herramientas para acompañar y ayudar con un Estado presente para quien lo necesite", afirmó María Migliore, Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña.
El 27% de los llamados a la línea son de amigos, familiares, vecinos o de un profesional que se preocupa por alguien que está sufriendo violencia de género. Una vez recibido ese llamado, las operadoras guían de manera profesional a cada persona que lo haga.
"Desde el inicio de la pandemia, el aislamiento nos impuso redoblar los esfuerzos para asistir y acompañar a las mujeres que atraviesan situaciones de violencia puertas adentro. Realizamos un intenso trabajo de difusión y visibilización, no solo de la Línea 144, sino también de todas las herramientas que cuenta la Dirección, a través de redes, folletería y mesas participativas de género. La violencia, el acoso, continúa siendo una de las desigualdades más profundas que sufrimos las mujeres y es necesario que trabajemos en equipo Estado, personas de la sociedad civil, vecinos y vecinas para erradicarla" mencionó la Directora General de la Mujer, Agustina Ciarletta.
La Ciudad cuenta también con un Centro Integral de la Mujer (CIMs) por comuna. Allí trabajan psicólogas, abogadas, trabajadoras sociales y otras especialistas que se ocupan de asesorar a cualquier mujer que necesite ayuda a causa de violencia por razones de género. Normalmente los 15 CIM tienen sus puertas abiertas para acompañar a las mujeres pero, en este contexto de pandemia, pueden comunicarse telefónicamente con cada uno, de lunes a viernes de 10 a 16 horas. Además, a partir de la primera semana de octubre, dos CIM están atendiendo presencialmente y de manera rotativa, para que las mujeres siempre cuenten con un lugar a donde ir en situaciones de violencia por motivos de género. En muchos casos, las operadoras de la línea derivan los casos a los CIMs, para darle seguimiento a los casos.