Estamos comenzando a transitar el año y como siempre todos estamos llenos de buenos deseos y como siempre algunos se cumplen y otros no, lo cierto es que todos quedamos, como me decía una vecina, destruidos después de las fiestas navideñas y de fin de año, las compras, la familia, los regalos, etc. todo eso hace que un día como hoy, nos cueste arrancar con nuestra vida normal por llamarla de alguna forma, entre los deseos de todos está que la economía mejore,  poder irnos unos días de merecido descanso, para poder rendir en nuestras labores durante el año que tenemos por delante.

La Ciudad en las fiestas dejo recomendaciones para celebrar de una manera más amigable con el planeta y como todavía falta en día de los Reyes Magos, donde todos los niños esperan sus juguetes, y uno que es más grande recuerda el poner pasto y agua para los camellos e irse a dormir temprano, porque si uno no se portaba bien, podían no venir, engaño para que uno se fuera a la cama, los tiempos cambiaron y ahora muchos de los juguetes que se comercializan traen pilas, así que está bueno agendar donde dejarlas una vez que ya no funcionen más.

La Secretaría de Ambiente porteña incorporó cuatro cabeceras de Trenes Argentinos S.A. como puntos de recepción de pilas usadas, llegando a 109 lugares en la Ciudad.

“Nuestro compromiso es sumar cada vez más puntos de recepción porque sabemos que cuando más amplia sea la red, mayor será la respuesta. Con esta estrategia buscamos garantizar que la mayor cantidad de pilas usadas tengan el tratamiento adecuado y no contaminen el ambiente”, explicó Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la Ciudad.

Las pilas se pueden llevar, además, a los Puntos Verdes Móviles, que recorren las 15 comunas y que repiten cronograma todas las semanas, a los Puntos Verdes fijos, a las Farmacias Dr. Ahorro y a las Estaciones de Servicio Axion que se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires.

La recolección de pilas en la Ciudad comenzó en el 2018 con una prueba piloto luego que la Legislatura porteña aprobara el proyecto de Ley para la Gestión Integral de Pilas en Desuso. Esta ley establece la Responsabilidad Extendida del Productor, es decir, que la persona que produzca, importe, distribuya y/o comercialice pilas es responsable de su gestión al final de su vida útil.

Hasta el momento se han recuperado 1.924.988 unidades lo que equivale a 57.59Tn. Solo este año, y hasta noviembre del 2022, se habían recolectado 16.07 Tn.

Según estadísticas de la Agencia de Protección Ambiental, responsable de velar por el cumplimiento de esta ley, los Puntos Verdes Móviles son responsables de recolectar el 45% de las pilas entregadas por los vecinos.

En todos los puntos se reciben pilas portátiles de uso doméstico, recargables o de varios usos como las AA, AAA, AAAA, C, D, N, 9V y botón (o moneda). Se recomienda llevar las pilas sueltas para ser depositadas en los espacios de recolección.

Efectos ambientales

Una vez desechadas, las pilas pueden perder su capa protectora de metal, ya sea por corrosión interna de sus elementos o por acción climática, causando el derrame de metales pesados que pueden lixiviarse a través del suelo y alcanzar cursos de agua subterránea y acuíferos con un alto impacto a los recursos naturales y a la salud.

Los metales pesados que contienen las pilas como el cadmio, plomo y mercurio son tóxicos aún en concentraciones bajas y tienen tendencia a acumularse en los seres vivos.

Otros compuestos, como los ácidos, álcalis, sales y metales como el níquel, litio, zinc, manganeso, hacen que resulten riesgosas para la salud y el ambiente frente a una inadecuada gestión de las mismas.