PiezasEn el Espacio de Arte del Jardín Botánico “Carlos Thays”, en la Av. Santa Fe 3951, hasta el 31 de julio se puede visitar la muestra "Urdiendo el pasado, tejiendo el futuro". Proyecto Sachamanta, organizada por el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sivori, dependiente de la Dirección General de Museos.

Se expondrán piezas textiles de alta calidad producidas por la organización Huarmi Sachamanta, conformada por una comunidad de artesanas, teleras e hilanderas jóvenes –su edad promedio va de los 16 a los 35 años– que viven en el monte de Santiago del Estero, en los departamentos de Avellaneda y Salavina.

Un textil contemporáneo tan representativo como lo fueron antiguamente las mantas que cubrieron a los pobladores rurales de ésta y otras provincias.

Huarmi Sachamanta, que en voz quichua significa “mujer del monte”, es un grupo de artesanas textiles impulsado por la Asociación Adobe, que ha trabajado intensamente en su organización y fortalecimiento.

Junto al objetivo de revitalizar el arte textil,

Adobe se propuso reivindicar los oficios de tejer e hilar, considerándolos fuentes de trabajo para las mujeres rurales que podían mejorar, de manera significativa, su calidad de vida.

De este modo, hoy las integrantes de Huarmi Sachamanta producen y venden su producción textil en el marco de criterios productivos y comerciales justos.

Cada uno de los textiles que se exponen en esta muestra es el resultado de un trabajo de más de diez años de la Asociación Adobe junto a la comunidad Huarmi Sachamanta.

Gracias a este aporte, este grupo de artesanas pueden enfrentar el problema de la migración de los pobladores rurales hacia centros urbanos como única alternativa para generar ingresos para su familia, evitando el desarraigo y trabajando dignamente en sus lugares de origen durante todos los meses del año.

Son apoyadas por sus familias y reconocidas ampliamente dentro y fuera su comunidad, al tiempo que su estabilidad y compromiso con el trabajo es el testimonio de su crecimiento y profesionalismo.

Estas mujeres creyeron posible una profesión actual de un oficio ancestral.

Entendieron que, en sus comunidades, su trabajo representa el valor de la conservación y la transmisión del patrimonio cultural, que aún vive en el monte santiagueño pero que puede extinguirse, tanto como el monte mismo.

El desafío de Adobe comenzó con la valorización de un oficio de impronta histórica en Santiago del Estero: el tejido en telar criollo.

Si bien el textil santiagueño constituye uno de los principales exponentes del patrimonio nacional, al comenzar el trabajo de Adobe el oficio de tejedora estaba en extinción, se había convertido en un saber sin interés para las nuevas generaciones.

Cuando la idea del valor del oficio se instaló en la comunidad, Adobe dio un paso más hacia el desarrollo de un textil santiagueño contemporáneo.