En la proximidad de los días festivos de navidad o en fin de año, que seguramente nos encontrara reunidos en familia o con amigos, y en los días previos también es cierto que estaremos viendo que preparar para llevar o para recibir gente en casa, leyendo recetas en muchos casos para no comer siempre lo mismo, le ponemos empeño y dedicación al tema, para que todos se sientan contentos, con menú especial para los niños o para algún pariente que come sin sal, cocinar es un acto de amor, si bien esto se ha dicho muchas veces, creo que realmente es así.

Es tan así que al ingresar a la sala de la Biblioteca, sobre la izquierda, debajo de la ventana, nos encontramos con una mesada temática, Gastronomía y cocinas, tiempo de fiestas y de celebraciones. La literatura que habla de comida no se limita a describir sabores o recetas: se adentra en la intimidad de los afectos, en la memoria de los pueblos y en la alquimia de las emociones. Cada plato narrado es un espejo donde se pueden reflejar la nostalgia, la pasión, la identidad…

Tanto novelas como ensayos y recetarios, nos enseñan cómo la gastronomía se convierte en un hilo narrativo que conecta memoria, cultura y placer. Cocinar y comer pueden representar vínculos afectivos, memoria cultural o crítica social. La cocina es un lenguaje común que atraviesa culturas y épocas.

-Libros de ficción donde la comida es protagonista.

-Ensayos y memorias gastronómicas.

-Recetarios con narrativa. O recetarios sin más…

-Ciencia, historia y cocinas del mundo.

Y además del buen comer, los juegos de sobremesa. Las conversaciones, el después de comer. Estos libros nos enseñan que la gastronomía en la literatura no es un mero adorno, sino un lenguaje universal que habla de lo que somos. Comer y narrar se funden en un mismo gesto: el de compartir.

Asociación Vecinal y Biblioteca Popular Cornelio Saavedra. Av. García del Río 2735, CABA.