"Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana" Mark Twain
Se dice que el síndrome de procrastinación es el arte de evadir responsabilidades, posponiendo tareas, el dejar las cosas pendientes para último momento, este habito individual, parecería que se puede dar en forma colectiva si lo ubicamos en la obtención de la tarjeta Sube, (lanzada en el comienzo del 2009 por la secretaria de transporte).
Sin ser literalmente una amenaza, el apuro ante el spots publicitario sirvió para que los pasajeros de trenes, subte y colectivos, ante el hecho de no recibir subsidio, se lanzara en forma masiva en su obtención, hecho que se tradujo en largas colas para hacerse del bien tan preciado, la Sube, Sistema Único de Boleto Electrónico.
Si uno piensa todos los inconvenientes que arrastramos durante años, en la dificultad de hacerse de monedas a la hora de viajar, discusiones, peleas importantes, hasta comprar cosas innecesarias con tal de obtenerlas, no se entiende como no salió todo el mundo a buscarla en cuanto se puso en circulación, podríamos decir que comportamiento de por medio, ya casi diez millones de usuarios tienen su tarjeta Sube, recuerdo un viejo bolero, “No me amenaces” en este tema parece que funciono.
De ahora en más se tendrá a disposición un sistema que va a facilitar la vida cotidiana, que es gratuita, que se le puede cargar el dinero del que se disponga, sin que esto implique que se cobre de más por hacerlo, y finalmente decir chau monedas, que te perforaban los bolsillos. Vamos hacia la modernización, no hay que resistirse cuando algo es de ayuda, como las cámaras de seguridad, que nadie se sienta espiado, esas son tonterías de un sector de gente con otro tipo de enfermedad, la que también esta estudiada y se llama paranoia.
Esperemos que a la par de la nueva tarjeta para viajar, se mejore todo el sistema de transporte, para que todo el que diariamente, usa un colectivo, tren o subte, para realizar sus actividades regrese a su casa como debe ser, sano y salvo.