El Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño presentó, en el Barrio Padre Mugica -ex 31-, los resultados, objetivos y desafíos del trabajo del gobierno porteño para fomentar el desarrollo de la economía popular y social, a 1 año de la sanción de la Ley para este sector.
Según estudios del Ministerio, el universo total de este segmento de la economía es de aproximadamente 413.000 personas; casi 1 de cada 5 trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires se desenvuelve en la economía popular. Del total, un 32,9% son desocupados; 24,5%, asalariados informales; 22,4%, cuentapropistas no profesionales; 15,2%, ocupados en servicio doméstico; 4,3%, asalariados que aportan por sí mismos no profesionales; 0,8%, trabajadores familiares.
“Nosotros estamos convencidos de que la mejor política social es el trabajo y sabemos que las unidades productivas de esta economía enfrentan barreras estructurales vinculadas a la organización del trabajo y la producción, la falta de vías de financiamiento y la escasez de canales de comercialización”, afirmó María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña. “Este sector necesitaba que creáramos marcos nuevos para reconocerlo y potenciarlo. Por eso presentamos y aprobamos por unanimidad una ley que nos dio un marco fundamental para gestionar y acompañar a todos aquellos que quisieran incorporarse a un proceso virtuoso de crecimiento, con oportunidades de capacitación, desarrollo y financiamiento”, finalizó.
Una de las primeras medidas impulsadas y difundidas con especial hincapié en los barrios populares porteños fue el Registro de Unidades Productivas de la Economía Popular y Social (Rupepys), que funciona como la puerta de acceso a las herramientas que ofrece el gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. En los primeros 5 meses de funcionamiento, ya hay más de 1.500 unidades productivas inscriptas y el objetivo es alcanzar las 3.500 a finales de 2022. En la actualidad las UPs están integradas más de 5.100 personas.
Una segunda iniciativa fue el lanzamiento del programa de Asistencia Técnica orientado a aumentar las capacidades productivas y ampliar las herramientas de comercialización de cada emprendimiento. Se espera que para diciembre de 2023, más de 2.100 Unidades Productivas hayan recibido capacitación para aumentar su producción.
Otra iniciativa es la asociación de empresas y organizaciones del sector privado en general con las UPs a través del mentoreo: empresas líderes de distintos segmentos mentorean a emprendimientos populares, enseñándoles habilidades administrativas, financieras y dándoles herramientas para optimizar sus circuitos de trabajo. Por ejemplo, IDEA acompaña con el programa ACTUAR.
En términos de herramientas para el financiamiento, en julio el Ministerio presentó FONDES, un fondo que combina capital público y privado para financiar proyectos productivos de la economía popular. Se trata de un marco nuevo para canalizar la inversión privada de manera estratégica para generar impacto social. Durante 2021 se constituyó el fideicomiso y se convocó a inversores. En enero se estarán otorgando los primeros créditos, esperando dar hasta 1.000 durante 2022. Adicionalmente, se desarrolló una línea de créditos preferenciales del Banco Ciudad específica para la economía social y popular por más de 100 millones de pesos.