Comenzó septiembre y como este país siempre nos depara sorpresas, se produjo un atentado a la vicepresidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, que locura impensada, aunque si se está atento a las noticias políticas y de redes sociales, donde mucha gente expresa sentimientos de odio constante, no deberíamos asombrarnos, es terrible, pero una lamentable realidad, que impulsa a que algún personaje de los muchos que circulan por esta vida, a que tome un arma y le dispare en la cabeza a Cristina, un hecho que merece el repudio de la sociedad en su conjunto.
Casi todo el arco político ha expresado su repudio, como así también las organizaciones sociales, líderes mundiales, dirigentes, etc. y toda la gente de bien que quiere vivir en Paz, en defensa de la democracia, de las instituciones, para prevalezca el dialogo, el debate de ideas y no la violencia. Hoy es un día para manifestarse en contra de la violencia, el odio, para reflexionar como sociedad que país queremos, y la mayoría quiere la Paz entre los argentinos, que terminen las divisiones, que cada uno respete las decisiones de quienes expresaron en las urnas su preferencia.
Que se trabaje por un país mejor, no somos los unos o los otros, debemos ser una sociedad en busca del bienestar general, ya que mucha gente está bajo la línea de pobreza, otros no llegan a fin de mes, que haya Paz, que nunca más le sucedan estos hechos de violencia a nadie.
Mensaje del presidente Alberto Fernández por Cadena Nacional desde la Residencia de Olivos:
Querido pueblo argentino:
En el día de hoy, poco después de las 21 horas, un hombre atentó contra la vida de la actual vicepresidenta de la Nación y dos veces presidenta constitucional, Cristina Fernández de Kirchner.
Este hecho es de una enorme gravedad, es el más grave que ha sucedido desde que hemos recuperado nuestra democracia.
En el marco de una presencia masiva de personas frente al domicilio de la vicepresidenta, un hombre apuntó con un arma de fuego a su cabeza y gatilló. Cristina permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas, no se disparó pese a haber sido gatillada.
Semejante realidad conmueve a todo el pueblo argentino y en particular a quienes somos sus compañeros que la abrazamos solidariamente con todo nuestro cariño.
Este atentado merece el más enérgico repudio de toda la sociedad argentina, de todos los sectores políticos y todos los hombres y las mujeres de la república, porque estos hechos afectan nuestra democracia.
Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina. Podemos disentir, podemos tener profundos desacuerdos, pero en una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia y no hay ninguna posibilidad de que la violencia conviva con la democracia.
Estamos ante un hecho que tiene una gravedad institucional y humana extrema. Se ha atentado contra nuestra vicepresidenta y la paz social ha sido alterada.
La Argentina no puede perder ni un minuto más. Ya no hay tiempo. Es necesario desterrar la violencia y el odio del discurso político y mediático y de nuestra vida en sociedad.
Convoco a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general, a rechazar cualquier forma de violencia. Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan.
Me he comunicado con la jueza que está investigando lo ocurrido. Le he solicitado que esclarezca rápidamente las responsabilidades y los hechos. También le he solicitado que asegure la vida del acusado directo que se encuentra detenido.
Que la conmoción, el horror y el repudio que este hecho nos genera se convierta en un compromiso permanente para erradicar el odio y la violencia de la vida en democracia.
Por ese motivo, he dispuesto declarar en el día de mañana feriado nacional para que, en paz y armonía, el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia y en solidaridad con nuestra vicepresidenta.
El pueblo argentino quiere vivir en democracia y en paz y nuestro gobierno tiene el firme compromiso de trabajar cada día para que lo logremos.