Éxodo de jóvenes investigadores: “Se está generando un daño que llevará mucho tiempo de reparar” El Dr. Esteban Ciarlo redujo su dedicación en la Facultad para trabajar en la actividad privada. En la nota explica por qué tomó esa decisión y pide a la sociedad que acompañe la lucha de las universidades públicas.
La decana de la Facultad de Agronomía de la UBA, Adriana Rodríguez, manifestó recientemente su preocupación por la renuncia de jóvenes docentes e investigadores quienes, a pesar de contar con posgrados y trayectorias en investigación, abandonaron sus cargos para radicarse y trabajar en universidades del exterior.
A esta problemática se le suma una nueva preocupación: muchos profesores de la FAUBA han disminuido sus horas para enfocarse a la actividad privada. Tal es el caso del Dr. Esteban Ciarlo, de la Cátedra de Edafología quien, tras 26 años de ejercer la docencia y la investigación en Agronomía, redujo su dedicación de exclusiva a simple.
“Trabajo en FAUBA desde marzo de 1998. En noviembre del año pasado apareció una oferta laboral muy interesante que motivó un pedido de licencia y finalmente una reducción en la dedicación. En principio la decisión no pasó por el salario. Pero al vencer la licencia este año, cuando tuve que decidir entre las dos opciones, el salario, y sobre todo las condiciones generales de desfinanciación evidente a la universidad pública, fueron un factor adicional para definir la decisión de reducción del tiempo dedicado al trabajo universitario”, expresó el docente.
Ciarlo se especializa en investigar las propiedades de los suelos relacionadas con la fertilidad y, desde hace varios años, se dedica al análisis de suelos y diagnóstico. Afirmó que continúa como profesor porque considera a la FAUBA su segunda casa.
“Realmente no me veo en este contexto aumentando nuevamente la dedicación, más allá de que cuando se empieza una carrera en otro ámbito probablemente tampoco sea tan sencillo volver a ocupar el lugar dejado. Si además el lugar donde se empieza una nueva carrera uno es tratado con el mismo respeto que en la facultad, y con un trabajo atractivo y desafiante, como es mi caso particular, la vuelta también supongo que se hace más difícil”, manifestó.
En este contexto, aseguró que siente “absoluta tristeza y perplejidad” por la situación que atraviesa la universidad pública. “Este año entiendo que, por una disputa ideológica, nos obligaron a reaccionar y se está generando un daño que llevará mucho tiempo de reparar, como es la partida de jóvenes del sistema de investigación universitaria”, aseguró.
“En Argentina – agregó el docente - una de las pocas cosas públicas que nadie puede dudar que funciona es la universidad pública, particularmente la UBA que lidera los ránkings internacionales, no se entiende que es lo que se quiere lograr desfinanciando hospitales, la investigación o pagando salarios de pobreza a los docentes y nodocentes”.
Para cerrar, pidió a la sociedad que acompañe la lucha de las universidades. “La universidad pública es la mejor herramienta de movilidad social, y no hay mejor ámbito para aprender a pensar es en las aulas de una universidad. Y que generar educación de excelencia es muy difícil de hacer y muy difícil de recuperar cuando se pierde”, finalizó Ciarlo.