Recorriendo el camino de la amistad, por segundo año esta celebración nos encuentra todavía en pandemia por el covid, este año a diferencia del anterior se podría decir que un poco más aliviados, con la constante llegada de vacunas y si bien por ahora muchos con la primera dosis y a la espera de completar la segunda, la situación en la Ciudad está mejor y esto se acompaña con más aperturas en locales gastronómicos y bares, que elevaron su aforo al 50 por ciento y se extendió el horario hasta las 24:00 horas.
Con un día soleado, pero con mucho frio, de todas maneras, es casi seguro que será una jornada de encuentros, en las mesas al aire libre esta permitido que la ocupen hasta ocho personas y en el interior de bares y locales gastronómicos hasta seis, otros lo festejaran con encuentros a través de la computadora.
Los argentinos somos de cultivar la amistad, somos amigueros y siempre estamos dispuesto a hacer nuevos amigos, con un mate de por medio, (ahora cada uno con el suyo) alguna bebida, una comida, un café, una reunión a la canasta, el tema siempre es encontrarse, regar la plantita de la amistad, a algunos nos encuentra con el recuerdo de haber perdido un amigo en esta pandemia por el coronavirus, lamentable, pero es así, muchas perdidas de seres queridos.
Así que aquí estamos, con recuerdos y ganas como siempre de encuentros con vecinos, casi amigos por cercanía, y los de muchos años, con los que compartiremos este día, aquellos con los que diariamente estamos en contacto y a los recurrimos en momentos de alegría y de tristeza, deseando que el próximo año, estemos mejor que ahora, sin restricciones.
En la Argentina se festeja el 20 de Julio como el Día del Amigo, rememorando la existencia de la amistad, y aunque en varios países más se festeja en esta fecha no lo es así en todo el mundo. Los orígenes de esta celebración tienen raíces en Argentina, sucede que la conmemoración del Día Internacional del Amigo fue impulsada por el señor Enrique Ernesto Febbraro (1924-2008), oriundo de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires, allá por mediados del siglo XX.
Todo surgió al momento de que el hombre llegaba por primera vez a la Luna, el 20 de Julio del año 1969, al doctor y profesor Febbraro, quien fuera socio fundador del Rotary Club del barrio San Cristóbal, se le ocurre enviar 1000 cartas a distintos puntos del planeta. Luego de esto llegó a recibir unas 700 correspondencias aproximadamente de vuelta en respuesta a su mensaje inicial, quedando desde ese momento y para siempre instaurado el Día del Amigo.