Un febrero a puro carnaval, la segunda noche de carnaval en Villa Pueyrredón comenzó con la presentación de la murga Iluminados por Urquiza, con el escenario ubicado en la Av. Mosconi al 2600, frente a él se encontraba el jurado realizando la evaluación de las murgas, el carnaval
retomo su ritmo normal en todas las comunas de la Ciudad después que en años anteriores se realizara con ediciones especiales adaptadas, debido a la pandemia del Covid-19, volvió con la participación de 34 corsos y la presentación en vivo de más de 100 agrupaciones murgueras, en las calles de la Ciudad con espectáculos murgueros de música y baile para disfrutar de todo el color de la cultura popular.
Se realizará los sábados, domingos y feriados de febrero. (sábados, domingo 19 y lunes 20, de 19 a 02 h., y domingos de 19 h. a 00 h.)
Al son del bombo y platillo en las redes sociales estallaron las quejas vecinales, junto con los reclamos por la música, los bombos, el barullo, lo sucio que queda todo después del corso, la molestia que significa para la gente grande, los enfermos, las criaturas, corte de calles, etc. las quejas sobran, pero ideas también.
Los vecinos descontentos con el corso aportan ideas de donde según manifiestan debería realizarse el carnaval, en la Av. de Mayo, en los parques, plazas, en alguna cancha, en clubes, la idea es que no moleste, lo más lejos posible, bueno por ahora nadie a escuchados sus reclamos, así a disfrutar del carnaval y paciencia para quienes lo padecen, son unos pocos fines de semana.
Un poco de su historia
Desde el siglo XVIII, el Carnaval se convirtió en una de las fiestas más importantes y símbolo de la cultura popular de todo Buenos Aires. Década tras década esta tradición creció en su función de brindar un espacio de encuentro y paridad entre vecinos, vecinas y familias.
El Carnaval nos habla de una celebración histórica e identitaria, con las murgas y agrupaciones como sus principales protagonistas. Cada febrero, ellas animan con bailes, silbatos y bombos con platillos los diferentes corsos de la Ciudad. Durante las noches de Carnaval, las agrupaciones son evaluadas por sus canciones, despliegues y formación, como también por sus trajes, coreografías, ritmos y cantidad de artistas en escena.
Además de la celebración central de cada verano, la comunidad murguera realiza ensayos, talleres, funciones y actividades sociales en centros culturales, teatros y plazas durante todo el año.