Viernes 19 Abril 2024

Cuando se realiza algún viaje por algún pueblo tranquilo del interior o de la Provincia de Buenos Aires, a unos cuantos kilómetros de la Ciudad, aparte de la tranquilidad y sus plazas con flores, uno puede observar una cantidad de puertas antiguas, conservadas de forma impecable, con sus hermosos picaportes y florones de bronce, hecho que ya se hace difícil en la ciudad, aunque todavía algunas se conservan, pero no tantas, ya que el bronce paso a ser el objeto de deseo o mejor dicho de robo de personas dedicadas a tal fin.

A principio de semana la Policía Vecinal de la Comuna 12 logro la detención de tres imputados, autores de la sustracción de piezas de bronce quitadas de inmuebles de la calle Plaza al 3000. A raíz del aviso a través del 911, y aporte de un testigo (vecino), se logró detener la marcha de los mismos a 300 metros aproximadamente del lugar, recuperando los elementos sustraídos, los cuales fueron posteriormente reconocidos por los damnificados como propios de su vivienda.

En los últimos años ya nadie puede estar ajeno al incremento de la pobreza, más gente durmiendo en la calle, durmiendo en los lugares donde se encuentran los cajeros de las entidades bancarias, en los túneles, o en cualquier lugar donde encuentren reparo, así como también se incrementó la gente que revuelve basura para llevarse algo para vender o ropa que piden a través del timbreo.

A esto se suman los robos o arrebatos que muchas veces no son denunciados, y a esta altura ya se puede llamar afortunado el que conserva el picaporte de bronce de su vivienda, se roban los picaportes de las puertas o garaje, las placas de los cementerios, etc.

En los lugares donde se compran metales, como por ejemplo, latas, aluminio, plomo, cobre, el bronce se está pagando a razón de $ 1500 por kilo, y si la cantidad es importante lo llegan a pagar casi 1900 pesos el kilo, he aquí la razón de los robos de los picaportes de bronce, que en el caso de ser de metal o parecer bronce y no serlo, también se comercializa como metal, a menor precio, pero digamos que todo sirve, muchos vecinos ya no volvieron a reponer los picaportes, si no son manijas, las partes fijas ya no las reponen, para evitar la tentación, y ser víctimas nuevamente.

Se podría decir que si bien estos hechos perjudican a los vecinos, no dejan de ser robos menores y como se sabe la policía no puede estar en todas partes todo el tiempo, parecería que lamentablemente tendremos que convivir con estos hechos a no ser que baje el precio del tan preciado bronce.