Jueves 28 Marzo 2024

Cada vez más personas se interesan por reciclar, todavía no el total de los habitantes de la Ciudad, sería importante tomar conciencia del cuidado del planeta, la protección, el cuidado y preservación, y si de reciclar hablamos, en la Comuna 12 ya son varios lugares donde dejar las pilas en desuso para su correcta disposición.

Se pueden dejar en los Puntos Verdes de la comuna o en los Puntos Verdes Móviles y en los siguientes puntos de recepción privados:

Axion - Triunvirato y Larralde. Lunes a Domingo de 8 a 18 h.

Axion - Congreso 4801. Lunes a Domingo de 8 a 18 h.

Axion - Mosconi 2500. Lunes a Domingo de 8 a 18 h.

Dr. Ahorro - Monroe 4990. Lunes a Sábado de 8 a 21 h.

Relojes, juguetes, controles remotos y linternas. ¿Qué hacemos con las pilas que ya no se usan? ¿Dónde y cómo debemos desecharlas? Son preguntas qué más de una vez surgen en los hogares. Lo cierto es que, en muchos casos, estos elementos finalmente son descartados junto a los residuos comunes, o bien quedan por años guardados en el fondo de algún cajón de la casa.

Ante la baja degradabilidad de las pilas, una gestión correcta de estos elementos es la clave para lograr una relación amigable con el ambiente y aportar a la economía circular.  Un grupo de expertos del CONICET busca brindar una alternativa para recuperar los metales peligrosos que componen a las baterías y reutilizarlos en diversos ámbitos de la industria.

“Cuando decimos que una pila está agotada, es porque quizás ya no puede hacer funcionar ciertos artefactos, pero, en realidad, por dentro siguen ocurriendo reacciones químicas. Cuando llegan al agua o al suelo, estos metales, en ciertas cantidades, pueden ser tóxicos y, por este motivo, no pueden tirarse junto a los residuos comunes”, explicó, en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM, Victoria Gallegos, integrante del Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas "Dr. Jorge J. Ronco" (CINDECA-UNLP-CONICET).

Según la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC-PBA), Argentina importa al año entre cinco y seis mil toneladas de pilas, las cuales tardan entre 100 y 300 años en degradarse y sólo tienen un tratamiento menos del 50 por ciento de ese total. Además, se estima que cada pila puede contaminar alrededor de seis mil litros de agua.

“El reuso es una gran salida, sobre todo en estos tiempos. Avanza todo tan rápido, todo tiene una vida útil finita, que pensar en reciclado y volver a insertarlo en una cadena productiva es novedoso y acompaña los principios de la economía circular”, agregó la doctora en Química.

Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) -