Los vecinos cada vez que hay buen tiempo disfrutan de los espacios verdes de la ciudad, muchas veces ante la imposibilidad de trasladarse a otros lugares, se hace uso de parques y plazas, la necesidad de plantas, árboles, flores, cada vez es más, a medida que se fue llenando de cemento como la mayoría de las grandes ciudades, si bien se dispone de lugares, nunca es suficiente, así que una alternativa en zonas urbanas de alta densidad son los techos, terrazas y muros verdes en la ciudad.
La Ciudad de Buenos Aires tiene una ley que promueve los techos y las terrazas verdes, se refiere a superficies cubiertas de vegetación cuyo objetivo es contribuir de manera sustentable con el medio ambiente urbano. Estos espacios pueden estar en un techo, azotea o terraza verde y debe contar con una membrana aislante hidrófuga, carpeta de protección y recubrimiento previa a la capa de grava de drenaje. El espesor mínimo necesario de tierra para que la vegetación prospere debe estar en función a las especies que conformen la cubierta vegetal, no pudiendo exceder los 18 centímetros. El método de desagüe a utilizar en las cubiertas de un techo, azotea o terraza verde debe contar con una correcta Impermeabilización, la cual debe ser ejecutada con la mejor tecnología disponible.
Beneficios adicionales:
1. En las obras nuevas que se realicen en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, se aplican reducciones en el pago de los derechos de delineación y construcción a aquellos trámites que incluyan la construcción de una o más cubiertas vegetales.
2: Los propietarios de edificaciones que implementen y mantengan Techos Verdes, gozan de una reducción en el importe del Alumbrado, barrido y limpieza.
Especialistas del INTA destacan la importancia de anticiparse a estos eventos climáticos con infraestructura estratégica como los techos verdes que pueden construirse sobre superficies horizontales de edificios o casas con múltiples beneficios para las ciudades. Permiten desde reducir las temperaturas en el interior de los ambientes hasta absorber y retener agua de lluvia, para ralentizan el escurrimiento hacia los desagües pluviales y reducir el riesgo de anegamientos. Pautas para su construcción.
Las ciudades cuentan con un paisaje protagonizado por todo tipo de edificaciones y construcciones, con escasos espacios verdes. Esta impermeabilización de los suelos urbanos dificulta la rápida gestión del agua de lluvia, en especial, cuando se trata de eventos extremos. Frente a este escenario, especialistas del INTA destacan la importancia de anticiparse e invertir en infraestructura, como los techos verdes, que permita regular el exceso de lluvia a fin de reducir su impacto.
Para Santiago Stancanelli -especialista del Instituto de Floricultura del INTA Castelar-, “los techos verdes o vivos son un tipo de infraestructura verde que puede utilizarse sobre superficies horizontales, con o sin pendiente, de edificios, viviendas, o construcciones y permiten el crecimiento de vegetación aportando múltiples beneficios al entorno”.
Según explicó, “las cubiertas verdes constituyen superficies absorbentes de agua de lluvia que además de utilizarse para el crecimiento de las plantas, funcionan como una esponja que retiene el agua por más tiempo y ralentizan el escurrimiento hacia los desagües pluviales, lo que reduce las inundaciones en eventos de lluvias torrenciales”.
A su vez, los techos verdes ofrecen también la posibilidad de formar corredores de biodiversidad mediante el crecimiento de especies vegetales diversas, dando lugar al establecimiento de flora y fauna nativa. Por otro lado, permiten crear nuevos espacios verdes transitables en áreas de uso y recreación o simplemente de apreciación visual, lo que eleva el valor paisajístico urbano o rural y mejora la calidad de vida de sus habitantes.
Además, -detalló Stancanelli- “permiten reducir la temperatura interior en verano, lo que reduce la necesidad de refrigeración y consecuentemente un ahorro energético. Además, contribuyen a mitigar el efecto ‘isla de calor’ que se da en las grandes ciudades que pierden la capacidad de enfriarse por la acumulación de temperatura en el entorno urbano”.
Para construir un techo verde, el especialista del INTA consideró “fundamental” asesorarse y consultar con profesionales de cada temática ya que se requiere de un trabajo interdisciplinario en lo que respecta a la parte estructural, la capacidad de carga de la cubierta, la impermeabilización, los desagües, los sustratos, la vegetación y el riego para obtener un resultado exitoso que perdure por muchos años.