Quienes hemos tenido la suerte de criarnos en una casa grande, con fondo, con abuelos que vinieron del interior del país o como en mi caso que vinieron de Italia, ya tenemos la educación de cultivar la tierra, si bien antes se iba a comprar a la verdulería, mucha verdura se buscaba en el fondo, donde había frutales y verdura para poder cocinar sin tener que salir a comprar, con el tiempo, los edificios, la necesidad de trabajar más fuera de la casa para poder mantener un hogar, esas costumbres se han ido perdiendo, todo cambia con el tiempo, ahora hasta en perejil se compra en la verdulería, que sea dicho de paso, ya no es gratis,
Pero muchas veces es bueno volver a las raíces, sobre todo cuando todo esta tan caro, cultivar la tierra es una tarea hermosa y gratificante, desde que aparece el primer brote, hasta el emocionante momento de cosechar lo sembrado, que con imaginación se puede realizar en macetas, cajones o los llamados bancales, los cuales se pueden hacer elevados.
En el barrio de Palermo en la plaza seca llamada Luna de Enfrente, ubicada en Soler y Gurruchaga, los vecinos cuentan con una huerta urbana, pública y comunitaria, destinada a producir alimentos orgánicos de manera sustentable, los productos cosechados son donados a instituciones sociales locales, se cultivan más de 30 especies de plantas y se utiliza un sistema de riego automático y compostaje orgánico, cuenta con cuatro composteras para recibir los residuos orgánicos de los vecinos para compostar.
La huerta funciona como una actividad recreativa para los vecinos, mientras que fomenta la autogestión de la producción de alimentos orgánicos y la sustentabilidad, a través de talleres y la participación en todo el proceso de cultivo, en esta huerta también se dictan talleres de capacitación abiertos a vecinos de todas las edades.
Podes acercarte todas las semanas de lunes a sábados de 10:30 a 11:30 horas, para participar de las distintas actividades que se ofrecen como ser siembras, cosechas, abonado de canteros, entre otras. Además, participan instituciones educativas para enseñar a los niños sobre el medio ambiente.
En varias comunas también existen huertas en la que participan los vecinos, en Villa Pueyrredón se cultiva sobre los terrenos que pertenecen al ferrocarril, en la ciudad todavía hay terrenos ociosos en los cuales se podría iniciar esta actividad o en algún costado de alguna plaza, es una hermosa tarea educativa.