Viernes 22 Noviembre 2024

peliculasLa Dirección General de Museos, dependiente del Ministerio de Cultura, presenta un ciclo de cine de Palestina, realizado en conmemoración de los 30 años de las masacres de Sabra y Chatila. Colaboran la Embajada de Palestina y la Federación de Entidades Argentino Palestinas.

Del 2 al 14 de septiembre, en el Cine El Plata, Juan Bautista Alberdi 5751, en el barrio de Mataderos.

Entrada libre y gratuita.

Las localidades pueden retirarse con anticipación, de lunes a viernes de 13 a 20 hs.; sábados, domingos y feriados de 10 a 22 hs. Tel. 4635 2429. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

A 30 años de las masacres de Sabra y Chatila Sabra y Chatila son dos campos de refugiados de Naciones Unidas destinados al albergue de los exiliados, en los suburbios de la ciudad de Beirut, capital de la República del Líbano.

Entre los días 16 y 18 de septiembre de 1982 y como resultado de una conspiración urdida por los jefes de la ocupación militar israelí, los campamentos fueron invadidos por bandas criminales que, con amplio respaldo logístico de las tropas sionistas -incluyendo una profusa iluminación de los campamentos con luces de bengala y reflectores- procedieron a masacrar a la inerme población civil, conformada en su gran mayoría por ancianos, mujeres y niños ya que los jóvenes y los adultos, combatientes entonces, habían zarpado a su exilio en Túnez como producto de un acuerdo firmado entre la OLP y las potencias mediadoras: EEUU, Francia, Italia y otros países.

El número de asesinatos provocados, según la procedencia de la información, varía entre los 1.500 y los 3.000.

En su furia homicida, los criminales no respetaron ni a los animales domésticos y con idéntica saña ametrallaron a caballos y perros.

Luego procedieron a derrumbar viviendas para sepultar a las víctimas entre los escombros, o dejarlas simplemente a la intemperie, para exhibirlos como grotescos y dantescos trofeos, que deberían servir de escarmiento para todo el que quisiera levantar una bandera de rebeldía.

Hoy, a 30 años de esa brutal masacre, los palestinos siguen pidiendo justicia no sólo para los crímenes de lesa humanidad cometidos en septiembre de 1982, sino para todo su pueblo en la diáspora y en la Palestina ocupada, que hoy brega por su derecho al retorno y a la construcción de su propio estado soberano en suelo palestino.