Lunes 29 Abril 2024

El Vicepresidente 1º de la Legislatura, Cristian Ritondo (PRO) presidió ayer por la tarde el acto de Declaración de Interés Social, Sanitario, Educativo y Cultural a la obra del Padre Mario Pantaleo. Participó del acto la Presidenta de la Fundación Nuestra Señora del Hogar, Perla Gallardo. 

Desde las 18 en el Salón Dorado, tuvo lugar el homenaje al Padre Mario que era requerido por miles de personas que, día tras día, lo buscaban para aliviar sus problemas físicos y espirituales. La casa ubicada en la calle Mariano Acosta 1259, donde el Padre Mario recibía a sus visitantes necesitados de ayuda hoy es un Centro de Día con instalaciones y profesionales abocados al servicio de personas con necesidades especiales.

Ritondo sostuvo durante el acto que se trata de "un merecido reconocimiento a la obra que ha dejado entre nosotros y para los tiempos venideros un gran hombre y un gran sacerdote: la Obra del  Padre Mario Pantaleo" y continuó: "Este es un año muy especial, pues el Padre, este 1º de agosto, cumpliría 100 años".

"En estos días nos han llegado algunos comentarios y noticias que nos han llenado de emoción y alegría, puesto que en el centenario de su nacimiento el Padre Mario podría ser  beatificado por el Papa Francisco", adelantó el Vicepresidente Primero y finalizó subrayando: "Conozco la magnitud de su obra y la profunda admiración que despierta entre quienes han tenido el privilegio de conocerlo personalmente o entablar un diálogo con él".

En esa emblemática casa funciona, desde hace muchos años, un "Centro de Día Nuestra Señora del Hogar" para Personas con Capacidades Diferentes.

En tanto, Perla Gallardo, Presidenta de la Fundación Nuestra Señora del Hogar, una de las dos fundaciones que componen la Obra del Padre Mario, destacó "el Padre Mario vivía por la gente, trabajaba por los pueblos y sus necesidades y siempre se interesaba más en los demás que en sí mismo. El Padre Mario unía a la gente" y agregó "Hoy González Catán es totalmente diferente a cuando él vivía. El quería algo mejor para toda su gente, es algo que nosotros seguimos haciendo".

"Gracias por tener en cuenta al Padre Mario como todos nosotros los tenemos presentes todos los días de nuestra vida", finalizó.

La sede  Central de la Obra se encuentra en la localidad de González Catán, provincia de Buenos Aires y cuenta con seguidores en la ciudad de Buenos Aires  y en todo el país. Su Mausoleo es visitado por más de 300.000 personas al año y en las redes cuenta con cientos de miles de seguidores.  

La Obra también cuenta una Escuela Deportiva, llamada "Alfredo Di Stéfano", a la que asisten más de 500 chicos y cuenta con el apoyo de Instituciones de Italia y España, como así también, un Centro de Día para Mayores, donde atienden a 60 abuelos y a 400 en el "Programa Vale más Vida" y capacitan a cuidadores domiciliarios.  

Así también trabajan en la prevención de adicciones  y en la enseñanza de distintos oficios como en la integración social de niños con necesidades especiales.

El Padre Mario

Nació el 1º de agosto de 195 en Italia y con motivo de la guerra su familia se trasladó a Argentina, estableciéndose en la provincia de Córdoba. Allí los padres internaron a Mario en un hogar salesiano, en el que solito ya que sus padres luego de la guerra volvieron a Italia. Los curas lo repatriaron al no tener noticias de sus padres y así una tía se hizo cargo en Génova y lo internó en seminarios pero nunca volvió a ver a sus padres. Siempre tuvo vocación sacerdotal.

A los 20 años conoce al Padre Pío de Pietralcina, su gran consejero. A los 29 años se ordenó sacerdote católico en Salerno, Italia.

En 1946 el Cardenal argentino, Monseñor Caggiano le solicitó al Papa Pío XII que le enviara Ministros y ahí el Padre Mario decidió que ese era su destino, país al que conocía y así en 1948 regresa a Argentina como sacerdote, siendo su primer destino una Iglesia de Casilda, en la provincia de Santa Fe. 

En 1968 El Padre Mario un sacerdote, profesor de psicología y filosofía se instala en González Catán y atendía a cientos de personas que lo iban a visitar por sus dolencias y enfermedades físicas y del alma. Así sanó a muchas de ellas que dieron testimonio de la sanación. También atendía en una casona de la calle Artigas y luego en la de Mariano Acosta, en el barrio de Flores, donde acudían sus seguidores y en la que hoy funciona el citado Centro de Día.

Llegando al cierre del evento, la cantante Vivi Verri interpretó ante los presentes en el Salón Dorado de la Legislatura la canción "Honrar la vida", de Eladia Blázquez. También participaron del evento el Subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace y el Secretario Administrativo de la Legislatura, Marcelo Sosa, entre otros.