Viernes 22 Noviembre 2024

Juana-Azurduy

Quien fuera heroína en las luchas por la independencia, reconocida en el año 2009 como Generala post mortem del Ejército Argentino, fue el tema central de un panel que integraron Javier Garin, Araceli Bellota y Hugo Chumbita.

Bajo la denominación de "Juana Azurduy, Generala de la Patria" estudiosos del pasado argentino y sudamericano se refieron a la personalidad y labor desarrollada por quien es considerada en la actualidad como heroína en las luchas por la independencia del imperio español, durante el siglo 19.

Del panel participaron la historiadora Araceli Bellota, vicepresidenta del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico "Manuel Dorrego" y directora del Museo Histórico Nacional; el historiador Hugo Chumbita, también miembro de esa entidad y el profesor Javier Garin, integrante del Centro de Estudios Históricos "Felipe Varela" que dirige Norberto Galasso.

El evento tuvo lugar en el salón "Presidente Perón" de la Legislatura Porteña por iniciativa de los Diputados Juan Cabandié y Gabriela Alegre (FpV) quienes coincidieron en el imprescindible y justo reconocimiento a una figura a la que reconocen como "parte fundamental de la historia de las luchas independentistas de nuestra América". "Fue un justo homenaje a quien hay que reivindicar en su rol de mujer libertadora de la Patria Grande y de defensora y representante de los valores de los pueblos que luchaban por su independencia", aseguró la legisladora.

El cierre musical de la actividad estuvo a cargo de Horacio Fontova que, además de interpretar canciones de su autoría, cerró con la cueca "Juana Azurduy", del historiador Félix Luna y el músico y pianista Ariel Ramirez, tema consagrado por Mercedes Sosa en su álbum "Mujeres argentinas".

Además, asistieron los Diputados Claudia Neira (BA20/21), Delia Bisutti, Edgardo Form (NE), Francisco Tito Nenna (FpV) y Maria Elena Naddeo (FPP). Juana Azurduy se convirtió en la primera mujer incorporada al Ejército Argentino a partir de que la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, el martes 15 de julio de 2009 firmara el decreto 892 por el cual se la ascendió al grado de generala post mortem.

Y recientemente su nombre se popularizó a partir de la voluntad que manifestó la primera mandataria para emplazar su monumento donado por el Estado Plurinacional de Bolivia, frente a la Casa Rosada, en lugar del navegante genovés Cristóbal Colón que está en la plaza homónima.

Una heroína de nuestra historia Juana Azurduy nació el día 12 de julio de 1780, en Chuquisaca, actual territorio del Estado Plurinacional de Bolivia, entonces perteneciente al Virreinato del Río de La Plata.

Su padre fue un español terrateniente y su madre, hija de esta tierra. De ambos aprendió los quehaceres rurales, templando tempranamente su espíritu aguerrido ante la dureza del ámbito donde se crió.

En 1805 contrajo matrimonio con el criollo Manuel Asencio Padilla, con quien compartía ideales de libertad, lo que la llevó a embarcarse en la larga lucha por la independencia de su tierra. Así, luego de los sucesos de mayo de 1810, Juana y su marido prestaron sin dudarlo su apoyo al primer ejército nacional, conducido por Balcarce, Castelli y Díaz Vélez.

Derrotadas las fuerzas revolucionarias, fue apresada junto a sus hijos, siendo posteriormente rescatada por su esposo, dedicándose ambos, con los nativos, a organizar la resistencia al poder realista.

En este tiempo, aprendió a usar la espada, la lanza y las boleadoras. A la llegada del General Manuel Belgrano, Juana y su esposo se presentaron ante él para prestar su colaboración. Logró reunir una milicia integrada por 10.000 lugareños, a quienes entrenó y denominó "Leales".

Con ellos, combatió en Ayohuma, y pese a la derrota, Belgrano le obsequió, debido al coraje demostrado en el campo de batalla, una espada que ella usaría de allí en adelante.

Había defendido el terreno con sus Leales hasta las últimas consecuencias. Juana —quien vestía los colores celeste y blanco de la bandera de Belgrano— peleó contra los realistas en la Guerra de Republiquetas, en el Alto Perú. Ocurrida la batalla de Cerro de Villar, el 14 de septiembre de 1814, Belgrano pidió al Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón, que le concediera el grado de Teniente Coronela de los Decididos del Perú, por su sobresaliente actuación. Peleó en más de 15 batallas e incluso, llegó a hacerlo estando embarazada.

Tras la proclamación de la independencia de Bolivia, Juana intentó en numerosas oportunidades que el Gobierno le devolviera sus bienes para poder retornar a su ciudad natal, pero no lo consiguió. Finalmente, murió el 25 de mayo de 1862 a la edad de 82 años, humilde y sin fortuna, en la tierra que la vio nacer. Fue enterrada en una fosa común y cien años después sus restos fueron exhumados y depositados en un mausoleo que se construyó en Sucre para homenajearla.

En 1825, el General Simón Bolívar la ascendió a Coronela. Con motivo de dicho ascenso, Sáenz tuvo oportunidad de manifestarle, mediante una carta fechada el 8 de diciembre de aquel año, que “El Libertador Bolívar me ha comentado la honda emoción que vivió al compartir con el General Sucre, Lanza y el Estado Mayor del Ejército Colombiano, la visita que realizaron para reconocerle sus sacrificios por la libertad y la independencia.

El sentimiento que recogí del Libertador, y el ascenso a Coronel que le ha conferido, el primero que firma en la Patria de su nombre, se vieron acompañados de comentarios del valor y la abnegación que identificaron a su persona durante los años más difíciles de la lucha por la independencia. No estuvo ausente la memoria de su esposo, el Coronel Manuel Asencio Padilla, y de los recuerdos que la gente tiene del Caudillo y de la Amazona.

Una vida como la suya me produce el mayor de los respetos... Debe sentirse orgullosa de ver convertida en realidad la razón de sus sacrificios y recibir los honores que ellos le han ganado.”

Imagen: De izq. a der.: Javier Garin, Araceli Bellota y Hugo Chumbita integraron el panel que se refirió a Juana Azurduy