Jueves 21 Noviembre 2024

Desde hace unos años los vecinos de la Ciudad han comenzado a revalorizar el adoquín, como dice la letra del tango de Gerardo Héctor Wen, “Me llega en el recuerdo el adoquín como reliquia rescatada del pasado”.

La frecuencia de las lluvias y las inundaciones ha hecho que los habitantes de algunos barrios lo prefieran en lugar del asfalto, en otras épocas no tan queridos porque el adoquinado era considerado autor de la ruptura de amortiguadores, adoquín que me hiciste mal y sin embargo te quiero, ya que transitamos por estrofas tangueras.

La Junta Comunal siete, a manifestado su oposición, a la ejecución del proyecto de pavimentación de la arteria Francisco Bilbao, en todas y cualquier parte del trazado que atraviesa la comuna 7, en el considerando, expresan los motivos de esta negativa, diciendo que el proyecto de pavimentación, de concretarse, produciría una merma importante de la absorción de agua del piso, conformando un efecto impermeabilizante que facilitaría las inundaciones de la zona.

Que los vecinos y asociaciones del barrio y principalmente los frentistas se oponen a la pavimentación por razones de valor histórico y cultural, siendo una de las únicas arterias de envergadura, que quedan con adoquinado actualmente en la Ciudad.

Que los Juntistas de todos los bloques políticos de la comuna, representantes de los vecinos de los barrios de Flores y Parque Chacabuco, han expresado en forma unánime, su oposición con la pavimentación de la arteria.

Que el daño a la arquitectura de la zona, la oposición de los vecinos y asociaciones, los posibles efectos pluviales negativos, la pérdida de un patrimonio cultural y de identidad de la zona, resultan males mayores, a los beneficios de la eventual pavimentación.

Es evidente que los vecinos de esa comuna desean la preservación del adoquinado, no quieren que se pierda ese “qué se yo” del adoquín, ya que en la Ciudad ya se están realizando suficientes tareas a para favorecer el paso mas fluido de los vehículos como túneles, y los llamados sapitos, estaría bueno que se respetan las decisiones barriales, para que no se pierda en toda la Ciudad y en la era del cambio climático, el viejo y nunca tan bien ponderado adoquín.