Domingo 24 Noviembre 2024

En la sala proyectos especiales, del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) de la Av. San Juan 350, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la joven artista argentina Sol Pipkin, llega al Moderno con una exposición individual realizada especialmente para la ocasión. Pipkin fue becaria del Programa de Artistas de la Universidad Torcuato Di Tella en su edición 2010  y seleccionada para el premio Curriculum 0 en 2011. El año pasado, obtuvo el Premio Artista Barrio Joven de Arte BA, entre otros reconocimientos a su trabajo.

Piltriquitrón, en lengua mapuche, significa "montaña colgada de las nubes". El nombre describe un gigante cerro de piedra gris con puntas afiladas que sobresalen de los bosques, cuya cima se encuentra a 2.260 metros sobre el nivel del mar y que es, para la artista de Lago Puelo, Sol Pipkin, una "escultura" de profundo interés.

La exposición reúne esculturas e instalaciones que resultan de un intenso trabajo de la joven artista, quien transformó el estacionamiento del Museo de Arte Moderno en su propio taller durante varias semanas. Esta experiencia le permitió pensar y realizar las obras en el mismo contexto de su exhibición.

Piltriquitrón Inside es un proyecto en el cual la información proveniente de los recorridos por el cerro patagónico, su señalética, vegetación, geología, climas, visiones, especies, texturas y accidentes se transforman en un espacio escultórico interior atravesado de señales. Se trata de un modo de hacer, de fabricar, de revisar y entender el mundo: un saber a desandar, una forma de construir.

La exhibición es también un homenaje a Jorge Belanko, albañil reconocido por impulsar la construcción de hogares con materiales naturales en la misma zona en la que creció la artista. Belanko, a quien Pipkin cita como referencia fundamental, está convencido de que subsiste una memoria genética de la construcción del propio refugio, para lo cual es esencial reutilizar los recursos que se encuentran disponibles en cada entorno.

"Lo que más me entusiasma es la simplicidad del hacer –expresa la artista– probándonos que todos podemos fabricar y descubrir cosas útiles o imaginativas con lo que tenemos a mano. Eso, en la vida rural del interior del país, es mucho más corriente que en las ciudades". El saber hacer de la artista da como resultado, de esta forma, una exposición que descubre su mirada hipnótica sobre una montaña que cuelga de las nubes, una mirada dueña de las ocasionales marcas de un paseo al corazón por esa escultura patagónica y prehistórica.

Cierre: 8 de marzo de 2015.