Unos 150 muralistas de todo el país participan desde ayer en Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la discusión sobre un arte que consiste en pintar paredes y que, por convivir con lo público, se transforma en una herramienta comunicacional con función social, en el marco de un Congreso.
El artista Rubén Minutoli, referente del Muralismo Argentino Contemporáneo (MAC) y organizador del evento, explicó que "este encuentro ofrecerá un espacio para reflexionar sobre un arte que sobrevive casi exclusivamente por fuerza y convicción del artista".
El muralismo, añadió Minutoli, "a diferencia de otras formas del arte público, se ha gestado como una expresión con contenido sociopolítico". Nacido como movimiento en los años 30, en México -en el contexto de la revolución que se inició en 1910-, el muralismo se diferencia del grafiti, por eso mismo por gestarse al calor de una idea, de una lucha, y se hace cargo de contar, narrar, apoyar, denunciar ese proceso, dijo el artista.
Para Minutoli, se trata de una "herramienta de comunicación porque transmite un contenido y es sociopolítico porque convive con los vecinos de un barrio, con las historias de una comunidad". "A diferencia de otras formas de arte público, no busca únicamente embellecer la ciudad o 'marcar territorio' como lo hacían los grafitis en sus comienzos", señaló el docente y artista bonaerense.
El Primer Congreso Nacional de Muralismo, según Minutoli, espera recibir a sus 400 inscriptos y a todos los que se acerquen a participar de las charlas, disertaciones y paneles, un rato antes de cada actividad, dependiendo de la capacidad de las salas 303, 304, 306 y del auditorio 614 del CCK, en Leandro N. Alem y Corrientes.