El sábado 13 de abril a las 16:00 horas, en la Fundación Proa Clase Magistral: “Cuerpo y acción: instantes performáticos del arte argentino”, con Rodrigo Alonso, actividad libre en auditorio.
En esta primera Clase Magistral del ciclo organizado a propósito de la exhibición “Lo que la noche le cuenta al día” Rodrigo Alonso propone repasar algunas de estas realizaciones, haciendo énfasis en las obras de los artistas Alberto Greco, Mariana Bellotto, Liliana Maresca y Marta Minujín, convocados en la muestra.
A partir de los primeros tajos que hizo Lucio Fontana sobre la tela, el arte argentino empieza a incorporar la acción como una de sus herramientas creativas. Con ella, el cuerpo de las/los artistas pasa a tener un rol protagónico, al tiempo que la categoría de objeto artístico se va desintegrando para dar lugar a lo efímero, lo circunstancial, a los procesos temporales, áreas a abordar durante este encuentro en el espacio del auditorio de Proa.
“Convencidos de la necesidad de un contacto más estrecho entre el arte y la vida, y en su afán por contrarrestar las crecientes imposiciones mercantiles sobre la obra artística, algunos artistas plásticos comenzaron a utilizar sus cuerpos como vehículo de sus concepciones estéticas. El resultado de esta práctica, que se conoce con el nombre genérico de performance, ha dado lugar a numerosas manifestaciones, cuyo común denominador ha sido la búsqueda de una relación más directa y espontánea con el espectador, a través de una exaltación del cuerpo, sus acciones y sus relaciones, en un espacio y tiempo específicos” escribía Alonso en un ensayo, respecto del impacto y la actualidad de esta disciplina dentro del campo del arte contemporáneo.
A su manera, cada autor/a transforma su propio cuerpo y su vida en un terreno exploratorio del que surgen producciones poéticas y radicales. Más tarde, con la idea de prolongar en el tiempo las obras performáticas, los artistas comenzaron a documentar sus acciones, primero a través de la fotografía y luego, cuando estuvo tecnológicamente disponible, a través del video. La incorporación de la imagen planteó la posibilidad de realizar piezas con el único objetivo de ser registradas, lo que dio origen a la fotoperformance y a la videoperformance.
Fundación Proa, Av. Pedro de Mendoza 1929, CABA.