Sábado 23 Noviembre 2024

Salud

Investigadores del Laboratorio de Aracnología del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) avanzan en proyectos de vinculación ciudadana. Tras el éxito de la app ¿Es araña o escorpión?, buscan brindar talleres de capacitación para fomentar la participación y apropiación social de la ciencia.

Ante la aparición de una roncha en el cuerpo seguida de ardor, la pregunta es inevitable: ¿qué me picó? Los responsables pueden ser varios, pero las sospechas suelen recaer sobre los mosquitos o, en algunos casos, los arácnidos. La sola presencia de estos últimos suele incomodar y aunque todos tienen veneno, son muy pocos los que pueden llegar a causar un daño realmente severo.

Para difundir estos conocimientos y ayudar a la ciudadanía a identificar las arañas y escorpiones que puedan encontrarse en domicilios y su peligrosidad, investigadores del Laboratorio de Aracnología del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE-UNLP-CONICET) buscan brindar una serie de capacitaciones destinadas a la población.

“Lo que queremos es fomentar la participación ciudadana. El objetivo de estos talleres es que la gente pueda aprender a diferenciar especies de importancia sanitaria de las que no, para que puedan abordar las medidas de prevención y evitar los accidentes graves”, destacó Alda González, directora del Laboratorio de Aracnología, en diálogo con Agencia CTyS-UNLaM.

El factor clave del proyecto es la vinculación. Para la investigadora del CONICET, es fundamental que “la ciudadanía se convierta en multiplicadora del conocimiento”. “De esta manera, lo que intentamos hacer es promover la apropiación social de la ciencia, que es lo que nos importa, que las personas participen activamente”, insistió.

En agosto de 2023, el equipo de investigadores fue uno de los ganadores de la convocatoria "Fortalecimiento y promoción de proyectos de Ciencia Ciudadana" por el desarrollo de la app ¿Es araña o escorpión?. Gracias a ese subsidio, podrán implementar estas capacitaciones para “ir al territorio”. “Pensamos que podrían hacerse en escuelas, con docentes, padres y madres interesados o en puestos sanitarios, para tener un contacto directo”, precisó. Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM) -

Información al alcance de una foto

La aplicación ¿Es araña o escorpión? es el proyecto que funcionó como antesala a la iniciativa de las capacitaciones. Fue creada en 2017 con el objetivo de asistir a la población ante el encuentro con un arácnido y la imposibilidad de poder capturarlo y llevarlo a un hospital, como se recomienda en el caso de una picadura.

Los pasos son fáciles: se ingresa a la app, se responde a la pregunta de si hubo una picadura o no y se saca la foto de la especie en cuestión. Luego, el chat queda habilitado para el intercambio con los especialistas del CEPAVE. La aplicación funciona para celulares con sistema Android y se puede descargar solo dentro del territorio nacional, aunque una vez instalada se puede abrir desde cualquier parte del mundo.

“La fuimos ampliando de acuerdo a las inquietudes de la ciudadanía. La principal era si el animal era de importancia sanitaria o no, pero después nos dimos cuenta que pedían más información sobre datos de biología, hábitat y época de apariciones, entre otros. También comprende un catálogo fotográfico dividido en arañas y escorpiones”, detalló.

El Laboratorio recibe alrededor de 30 consultas por día de todas partes del territorio argentino y de países como México, Paraguay, Uruguay, Brasil y España. “La ventaja es doble porque el ciudadano tiene una comunicación directa con el científico y nosotros obtenemos datos que resultan   beneficiosos para nuestras investigaciones, y en algunos casos se concretaron  en papers  publicados”, reconoció.

Fue gracias a una de las consultas que los investigadores descubrieron una nueva  cita de araña, de la que no se tenía registro en Argentina. “Nos llegó la foto desde Mendoza y  un grupo de investigadores de esa provincia fueron a la casa  de la persona que nos había contactado  y se generaron nuevos registros. Así que el enriquecimiento es mutuo”, relató.

Desarrollan una tecnología para detectar toxinas contaminantes en ríos y lagunas, investigadores de la UBA y el CONICET crearon un kit de bajo costo para medir la presencia de cianotoxinas en cuerpos de agua dulce. Se trata de una herramienta para un problema de salud pública y ambiental que se encuentra en crecimiento. Además, el proyecto fue ganador en la categoría "Investigación aplicada" en los Premios INNOVAR 2023.

Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM) - Hay ciertos proyectos  que nacen de una demanda social. “Ustedes tienen que trabajar con cianotoxinas porque es un problema que está en aumento y que no se puede medir”, le decían colegas del Instituto Nacional del Agua (INA) y otros organismos a Javier Gasulla, investigador del CONICET y del Laboratorio de Genómica e Ingeniería de Sistemas Biológicos del Instituto de Biociencias, Biotecnología y Biología Traslacional de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Es así como, a partir de un proyecto anterior enfocado en medir arsénico en agua (SensAR), el equipo decidió crear CIANOTOX, un kit para detectar, de forma rápida, cianotoxinas presentes en lagunas, ríos y embalses. Una solución simple y efectiva para un problema ambiental y de salud pública.

“Vimos que en Argentina y en la región no se monitoreaban estas toxinas porque los métodos son muy costosos. Se necesitaba una alternativa más económica, por eso esta idea surge de la demanda de los usuarios. Al mismo tiempo había lugares donde todavía se conocía muy poco, porque efectivamente es un problema que empezó hace unos años pero que va en aumento”, afirmó Gasulla a la Agencia CTyS-UNLaM.

Las cianobacterias son organismos microscópicos que contienen clorofila, lo que les permite realizar fotosíntesis. Es por esto que se las identifica como algas verde-azules que forman una capa de mucosidad en la superficie. Están presentes en aguas dulces, saladas, salobres y zonas de mezcla de estuarios. Además, muchas especies de cianobacterias producen toxinas que se disuelven en el agua, por lo que la Organización Mundial de la Salud las clasificó como un problema de salud emergente.

Si bien estos organismos están presentes naturalmente en todos los cuerpos de agua, su aparición se ve intensificada en los momentos de floración, en los cuales presentan un exceso de nutrientes como nitrógeno y fósforo. “Muchas veces esto sucede por el crecimiento poblacional que acrecienta la descarga de efluentes cloacales o desechos domiciliarios, por el aumento de temperatura como consecuencia del cambio climático que acelera el proceso, así como otro gran factor es el uso de fertilizantes y agroquímicos que terminan vertidos en el agua”, detalló el bioquímico.

Desarrollan un nuevo enfoque para detectar el Alzheimer de manera rápida y a bajo costo, un grupo de investigación desarrolló un método novedoso para analizar las tareas de producción lingüística utilizadas en evaluaciones clínicas de esta enfermedad. Destacan su automatización y economicidad para utilizarlo en sectores de bajos recursos que no tienen acceso a diagnósticos completos.

La enfermedad de Alzheimer (EA) es una creciente causa de discapacidad y muerte a nivel mundial. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que, para el año 2050, afectará a más de 130 millones de personas. Y este incremento se vería reflejado también en su costo: se prevé que aumente a 1,7 billones de dólares para el 2030.

Teniendo en cuenta este factor económico, muchas personas de sectores vulnerables, que no tienen acceso a análisis completos de Alzheimer (EA), quedarían aún más lejos de poder recibir un diagnóstico y tratamiento certero. Ante este contexto, un equipo de investigación* del Consorcio multicéntrico para expandir la investigación sobre la Demencia en América Latina (ReDLat) se preguntaron si era posible desarrollar herramientas rápidas, de bajo costo y automáticas para detectar y caracterizar la enfermedad.

El interrogante impulsó un estudio en el que analizaron patrones lingüísticos en tareas breves de producción de palabras, utilizadas comúnmente en las evaluaciones de detección del Alzheimer. Las más típicas son las pruebas de fluidez verbal, en las que los participantes tienen un minuto para producir palabras que comienzan con un sonido dado (por ejemplo, /p/) o que pertenecen a una categoría específica (por ejemplo, animales).

La gran mayoría de los estudios miden el desempeño contando el número de respuestas aceptables, después de eliminar las respuestas inválidas. Sin embargo, este tipo de análisis revela déficits en casi todos los trastornos cerebrales y no puede mostrar qué tipos de palabras específicas podrían ser particularmente favorecidas por los pacientes con EA.

Esto motivó el nuevo enfoque desarrollado por los especialistas. “Tomamos todas las palabras producidas y las descompusimos en sus propiedades léxicas y semánticas, utilizando bases de datos digitalizadas que nos proporcionan valores específicos sobre la frecuencia de uso, especificidad conceptual, estructura de sonido, longitud, y otros aspectos de cada respuesta”, explicó Franco Ferrante, primer autor del estudio, becario del CONICET e investigador del Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de San Andrés (CNC-UdeSA).

El estudio encontró que los pacientes con EA se caracterizaban por una preferencia por palabras altamente utilizadas y, conceptualmente, poco específicas, con patrones de sonido comunes. De hecho, estas y otras propiedades de las palabras permitieron detectar a personas con EA con casi 90 por ciento de éxito.

“Los datos se utilizaron para diferenciar entre personas con y sin enfermedad de Alzheimer y, además, se evaluó si dicha información lingüística permitía detectar qué tan afectados estaban los participantes en términos cognitivos y cerebrales”, señaló a la Agencia CTyS-UNLaM Adolfo García, autor correspondiente del estudio, director del CNC-UdeSA y senior Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute.

Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM) -

 

Investigadores del Instituto Nacional del Agua desarrollaron un dispositivo de desinfección de agua de lluvia por radiación solar, que permitirá que comunidades sin conexión a las redes de abastecimiento convencionales puedan tener acceso a agua segura. El proyecto incluyó un estudio social llevado a cabo por la Universidad Nacional de los Comechingones.

Cuentan los rituales populares que para evitar que llueva hay que dibujar una cruz de sal en el piso o clavar un cuchillo en la tierra. Sin embargo, hay lugares donde las precipitaciones son tan esperadas que la ayuda, más que de un ritual, viene de la mano de la ciencia.

En Argentina, cerca de 2,6 millones de personas viven en zonas rurales dispersas, donde un 11 por ciento recolecta agua superficial y un 18 por ciento utiliza hoyos o excavaciones al aire libre para acceder al agua. En esas comunidades, la lluvia es una aliada. Por eso, con el objetivo de brindar acceso a agua segura para consumo en zonas vulnerables, un equipo de investigadores del Instituto Nacional del Agua (INA) están ensayando un sistema que desinfecta el agua de lluvia mediante radiación solar.

Se trata de un dispositivo que emplea el método SODIS (por el término en inglés, “Solar Disinfection”), utilizado por más de cuatro  millones de personas en el mundo y recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que consiste en colocar botellas PET (Polietileno Tereftalato) en los techos de las casas y dejarlas bajo la influencia de la radiación solar.

“Nuestro sistema utiliza un bidón de seis litros que se coloca dentro del Concentrador Parabólico Compuesto (CPC), que tiene forma de cuna y, en su interior, posee una lámina que refleja la luz. Entonces, cuando uno lo coloca bajo la acción del sol, los rayos impactan y generan calor dentro de ese receptáculo, elevando la temperatura por encima de los 45 grados”, explicó María Fernanda Lopolito, responsable del proyecto y del Programa de Ingeniería Sanitaria y Ambiental del INA, a la Agencia CTyS-UNLaM.

El equipo de especialistas lleva un año trabajando en este sistema que, luego de varios ensayos, dio sus frutos. “Utilizamos tres dispositivos que fueron construidos con un herrero y ensayamos diferentes tiempos de exposición a la radiación solar: 4, 24, 48 y 72 horas. Los resultados exitosos los obtuvimos en los últimos dos ensayos, donde comprobamos la remoción de Bacterias Aerobias Mesófilas (BAM) a valores inferiores a los establecidos en el Código Alimentario Argentino”, relató.

Actualmente, los investigadores avanzan en la mejora del dispositivo para reducir ese tiempo de tratamiento, con la meta puesta en mejorar la calidad de vida de muchas personas, ya que se estima que el déficit de agua potable gestionada de forma segura alcanza al 20 por ciento de la población argentina, mientras que, en términos de saneamiento, llega al 44 por ciento, según establece un estudio realizado por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación (MOP).

“Hay mucho compromiso y preocupación por dar respuestas a estas comunidades donde informes de UNICEF indican que mujeres y niñas son las más afectadas, porque son quienes recorren largas distancias para proveer de agua a sus hogares. Y esto impacta no solo en el tiempo y esfuerzo físico que implica, sino en las situaciones de violencia que pueden llegar a sufrir en ese trayecto”, destacó Lopolito. Marianela Ríos (Agencia CTyS - UNLaM) -

Incautan unos 8 mil termos de contrabando por valor de 70 millones de pesos, la Policía de la Ciudad incautó durante un allanamiento unos 8 mil termos ingresados al país de contrabando por valor de 70 millones de pesos durante un allanamiento en Parque Patricios, esos termos metálicos carecen de autorización sanitaria por lo cual su utilización es riesgosa para la salud.

Todo se inició cuando personal de la División Delitos contra la Salud y Seguridad Personal de la Policía de la Ciudad, realizando tareas investigativas en la Comuna 4, vio en Matheu al 1800 una camioneta Nissan Kicks, en cuyo interior había varias cajas, por lo cual solicitaron al conductor que se detuviera para revisar los paquetes.

Las cajas contenían termos de metal de origen chino sin documentación respaldatoria.

Tras la consulta, el Juzgado Nacional en lo Penal Económico 2, a cargo del Dr. Pablo Yadarola, Secretaría 4 del Dr. Gonzalo Acuña, ordenó la interdicción de la mercadería por infracción a la Ley 22.415 y se solicite la colaboración de la Dirección General de Aduanas para su verificación.

En total el decomiso fue de 180 termos de 500 centímetros cúbicos y 30 de un litro, constatando el personal de Aduanas la infracción al Código Aduanero y estimando el valor de esa mercadería en un millón de pesos.

El conductor explicó que había adquirido esa mercadería en un depósito cercano.

El magistrado libró la orden de allanamiento a ese depósito, en Monasterio al 200, distante unas seis cuadras del primer procedimiento.

Allí los oficiales hallaron un depósito con bauleras, en uno de los cuales dio con gran cantidad de cajas con termos.

En total fueron decomisados 7.960 termos metálicos de distintos tamaños, diseños y colores, con un valor de mercado de unos 70 millones de pesos.

Al ingresar irregularmente estos productos carecen de autorización sanitaria por parte de autoridad competente, necesaria para su comercialización, por lo cual su uso podría poner en riesgo la salud de los consumidores.

Con el objetivo de concientizar a los vecinos sobre la importancia de la prevención del cáncer de piel, La Roche-Posay llevará a cabo una campaña de chequeo gratuito de lunares a través de consultorios móviles ubicados en los barrios 15 y 20 de la ciudad porteña, coordinada conjuntamente con el Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires.

La campaña comenzó el miércoles 8 de noviembre en el barrio 15, donde los vecinos pudieron acercarse al consultorio móvil ubicado en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat a fin de realizarse los chequeos y contar con toda la información sobre la importancia de la prevención.

La campaña continuará en el puesto móvil ubicado en la calle Luis A. Herrera entre Zuviría y Martín Grandoli, de 10:00 a 15:00 horas, este viernes 10 de noviembre.

Por su parte, en el Barrio 20, los vecinos podrán acercarse el jueves 16 de noviembre, entre las 10:00 y las 15:00 horas, al puesto móvil que estará ubicado en la esquina de Albariño y Manuela Gandarillas.

La iniciativa representa un sólido compromiso con la integración, la prevención y la salud de los vecinos de los barrios populares de la ciudad. Esta acción no solo informa y acerca herramientas vitales para el cuidado de la piel, sino que también fortalece la unión en la lucha contra el cáncer de piel, destacando la importancia de la prevención y el acceso a la atención médica. La campaña se realiza en colaboración con la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer y cuenta con el aval de organizaciones comprometidas con la temática, como la Asociación Argentina de Oncología Clínica, el Instituto Nacional del Cáncer y el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La propuesta contará con cuatro ejes principales:

  • Campaña de medios educativa: La compañía lanzará una campaña de medios masiva sobre la importancia de realizar un chequeo de lunares con un dermatólogo al menos una vez al año.
  • Chequeo presencial gratuito: Dos camiones con consultorios recorrerán 13 provincias de Argentina, incluyendo zonas donde el acceso a la dermatología es limitado.
  • Telemedicina gratuita: Se ofrecerán consultas online gratuitas con dermatólogos para enseñar a los pacientes a realizar autochequeos y detectar posibles casos sospechosos en la piel que requieran atención profesional.
  • Aplicación de inteligencia artificial - SkinVision: La campaña incorpora el uso de una aplicación de inteligencia artificial, que permite a los usuarios cargar una foto y recibir un diagnóstico primario que identifica lunares sospechosos.

En Argentina, más de 1700 personas por año son diagnosticadas con melanoma. De esta manera, la prevención y la concientización sobre la importancia de los chequeos resulta una prioridad que requiere de acciones concretas. Formar parte de la campaña “Salvá Tu Piel” de La Roche-Posay, demuestra el firme compromiso que el Instituto de Vivienda de la Ciudad tiene con la salud de los vecinos que habitan en los barrios populares.

La prevención, el uso diario de protector solar y la visita anual al dermatólogo son las herramientas fundamentales para reducir el riesgo de cáncer de piel, ya que su detección temprana tiene un alto índice de curación.

Fuente: Prensa IVC.

Este sábado se realizará la Segunda Jornada Masiva de Reanimación Cardiopulmonar (RCP), en el Parque Tres de Febrero, en el barrio de Palermo, esta actividad libre y gratuita se desarrollará de 12:00 a 17:00 horas y estará destinada a brindar información, herramientas y técnicas de primeros auxilios.

El punto de encuentro será el espacio ubicado en la avenida Iraola, entre Infanta Isabel y Sarmiento y habrá una capacitación de entre 50 y 60 personas de manera simultáneamente en las técnicas de RCP.

Se podrá asistir en cualquier momento de la franja horaria, ya que las prácticas se estarán llevando a cabo constantemente.

El encuentro, que se suspende por lluvia, será coordinado por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, junto con diversas áreas del Gobierno porteño, y la Fundación Emergencias.

Las charlas informativas y prácticas serán brindadas por personal de Defensa Civil, Bomberos de la Ciudad, la Fundación Emergencias, la Asociación Argentina de Cirugía y la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires.

También habrá en el lugar Agentes de Prevención y representantes del Ministerio de Salud.

Esta jornada cerrará la serie de actividades que se llevaron adelante durante todo el mes en el marco del Día Mundial de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), que se conmemoró el 16 de octubre.

Los participantes tendrán la oportunidad de visitar en la Jornada Masiva en el Parque Tres de Febrero diferentes carpas informativas referidas a la salud y hasta se desplegará un escenario con unos 50 muñecos para aprender a hacer las maniobras de RCP, una acción por la que se pueden salvar vidas.

La dinámica del evento consistirá en prácticas simultáneas de maniobras de RCP con una duración de 30 minutos en las que se brindarán a los vecinos nociones introductorias y consejos básicos para luego pasar a las técnicas prácticas y al uso del desfibrilador cardíaco.

En el lugar habrá un código QR en el que los participantes podrán ingresar para dejar sus datos y recibir vía online un certificado de asistencia.

Durante octubre, a modo de festejo por el mes del RCP, se llevaron a cabo actividades de primeros auxilios en escuelas, plazas y en lugares emblemáticos de la Ciudad para destacar la importancia de estas técnicas para salvar vidas en situaciones de emergencia.

Las ciudades, un antes y un después en la calidad de los ríos, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Luján estudió la calidad de las aguas de dos ríos urbanos del conurbano bonaerense y encontró una alta cantidad y concentración de fármacos. La reglamentación ambiental y sanitaria no controla estos residuos, pero sus efectos comienzan a encender alarmas.

A la hora de planificar el diseño y desarrollo de una ciudad, los ríos, lagunas y arroyos siempre fueron un factor determinante. Esos cursos de agua le dan mucho a las urbes, ya que son usados como fuente de agua para consumo o riego, navegación, pesca e, incluso, sirven como espacios recreativos. ¿Pero qué le da a cambio la ciudad?

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Luján reunió evidencia que permite corroborar que esta transacción resulta muy injusta para la naturaleza. “La calidad de las aguas antes y después de pasar por la urbe desciende de forma abrupta”, advierte Martina Mastrángelo, investigadora del Instituto de Ecología y Desarrollo Sustentable (INEDES) y una de las principales autoras del estudio.

Mastrángelo y su equipo realizaron muestreos en cinco sitios de los ríos urbanos Luján y Reconquista y evaluaron la distribución de once grupos de compuestos farmacéuticamente activos, es decir, de medicamentos presentes en los cursos de agua. “Relevamos tramos más ‘puros’, antes de la zona urbana y, luego, otro sitio altamente influenciado por la actividad antrópica. Los resultados son alarmantes”, apunta la licenciada en Ciencias Químicas en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.

Según alertan los expertos, la urbanización puede causar alteraciones sustanciales en las cuencas de agua y uno de esos síntomas refiere a las elevadas concentraciones de contaminantes emergentes: una serie de productos de uso cotidiano, como son los de limpieza, perfumería y medicamentos, cuyas formulaciones químicas o su combinación con otras sustancias provocan daños sobre el ambiente.

“En aguas superficiales -detalla la investigadora-, las mayores concentraciones fueron para analgésicos, antibióticos, antihipertensivos, β-bloqueantes, diuréticos y un fármaco psiquiátrico llamado carbamazepina. El antibiótico ciprofloxacina exhibió la concentración más alta en comunidades de bacterias, algas y hongos -conocidas como biofilm- que se desarrollan relativamente rápido y poseen una gran capacidad para retener contaminantes”.

Para los investigadores, el biofilm es la mejor matriz para monitorear estos compuestos en ambientes acuáticos, ya que siempre se encuentran en el mismo lugar sin presentar tantas variaciones. Esto, por ejemplo, no ocurre con el agua, cuyo curso cambia constantemente.

 “Por ejemplo, si se vertieron efluentes el lunes y nosotros muestreamos el miércoles, probablemente no logremos registrarlo en aguas superficiales, pero si el compuesto estuvo en el agua, aunque sea solo por un tiempo, el biofilm lo retiene y nos alerta sobre la calidad del curso de agua”, ejemplifica la científica quien asegura que el impacto ambiental no sólo afecta al curso de agua sino también a todas las especies que habitan en ella. Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM) -

Alimentos a base de plantas, una tendencia mundial que aporta beneficios a la salud y al ambiente, cada vez es mayor el número de personas en todo el mundo que se suman a adoptar un tipo de alimentación basada en plantas como reemplazante de la carne. Según expertos de la ONU, apostar por un modelo de producción a base de plantas podría contribuir al cuidado del planeta, aportar a la seguridad alimentaria y mejorar hábitos.

En este artículo, la experiencia local con diversos proyectos del INTI y cuáles son las claves de los alimentos que intentan emular a la carne.

La carne en Argentina es uno de los alimentos que más parece representar la tradición y la identidad criolla. Sin embargo, en los últimos años, los comestibles a base de plantas que reemplazan a la carne ganan terreno, tanto por sus múltiples beneficios para la salud humana como por sus características de producción amigables con el ambiente.

En un planeta en crisis climática, donde la industria de alimentos es responsable de aproximadamente un 26 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial buscan impulsar el mercado de alimentos llamados plant-based (por su nombre en inglés) para asegurar el derecho a la alimentación sostenible.

Según la directora de Asistencia Tecnológica del INTI, Mariana Sánchez, “no hace falta dejar de comer carne y pasar a tener una dieta vegetariana o vegana, sino que contar con alternativas de origen vegetal pueden ayudar a lograr un balance en la alimentación cotidiana, al mismo tiempo que se logra una mayor sostenibilidad en el cuidado del ambiente”.

“En el último tiempo, los alimentos se ven mucho como una mercancía que genera renta, y, en realidad, deberían simplemente alimentarnos. Nuestra mirada es promover el desarrollo de una industria nacional que elabore alimentos nutricionalmente adecuados, que estén al alcance del bolsillo de la gente, promoviendo las economías regionales y producidos de manera sostenible”, aseguró la investigadora a la Agencia CTyS-UNLaM.

Agustina Lima - (Agencia CTyS-UNLaM)

La OMS declaró el aspartamo como “posiblemente cancerígeno”, para el organismo internacional, existe evidencia “limitada” sobre el potencial cancerígeno del aditivo que se encuentra en diferentes alimentos y bebidas, aunque mantuvieron los niveles de ingesta admisible que rigen desde 1981. La explicación de una especialista local sobre las características del aspartamo y la necesidad de “reeducar” el paladar para evitar su uso.

A menos de dos meses de haber publicado un informe donde desaconsejan el uso de edulcorantes para controlar el peso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a poner a un aditivo en la mira: el aspartamo. Se trata de un endulzante sintético ampliamente utilizado en diferentes alimentos y bebidas.

A partir del surgimiento de nuevos estudios sobre los efectos en la salud que podría causar este edulcorante, la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y el Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) de la OMS decidieron llevar a cabo una serie de evaluaciones para analizar su potencial dañino. El resultado: “posiblemente cancerígeno”.

Se trata, en definitiva, de un estudio que apunta más a la prevención que a resultados tajantes y concluyentes. La IARC catalogó de esta manera al aspartamo al concluir que hay “limitada o poca evidencia en estudios realizados en seres humanos”, en particular, sobre el carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado. Asimismo, determinaron que no hay suficiente evidencia en estudios experimentales con animales ni en mecanismos que provocan cáncer.

“Esta clasificación refleja la solidez de la evidencia científica sobre si un agente puede causar cáncer en los seres humanos, pero no refleja el riesgo de desarrollar cáncer ante una exposición determinada”, aclararon en el informe.

Por su parte, desde JECFA, organismo que se encarga de establecer una dosis de ingesta diaria admisible (IDA, por las siglas en inglés), decidieron mantener la recomendación de consumo diario de 40 miligramos por kilo de peso, cifra que establecieron en 1981, cuando realizaron su primera evaluación sobre este endulzante.

Al respecto, Dana Watson, docente e investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de La Matanza, explicó: “Teniendo en cuenta la IDA, si una persona pesa 70 kilos, el cálculo que debe hacerse es 70 por 40 y da la cantidad máxima que podría consumir de ese producto por día como máximo. Entonces, en este caso hipotético, esa persona podría beber hasta cuatro litros de gaseosa para llegar a esa dosis”. Marianela Ríos (Agencia CTyS-UNLaM)