Jueves 24 Abril 2025

Fundada con el nombre de Biblioteca Pública de Buenos Aires el 13 de septiembre de 1810, con la publicación del artículo "Educación" de Mariano Moreno, a lo largo de 200 años de su existencia se ha caracterizado por el espejo vivo de todas las corrientes culturales e intelectuales del país.

Su patrimonio bibliográfico es el más importante acervo de la memoria impresa de la Argentina y su Hemeroteca es una de las más ricas de América Latina, sobre todo en lo referido a la prensa social, política y revolucionaria del siglo XIX. La Sala del Tesoro, Mapoteca, Fototeca, Audioteca y Archivo de Manuscritos poseen varias colecciones únicas en el país.

La colección general cercana al millón de ejemplares, si bien no es la más cuantiosa teniendo en cuenta algunas bibliotecas nacionales de América Latina, contiene la historia del patrimonio bibliográfico del país.

Otros varios millones de piezas -periódicos, mapas, manuscritos, videos, partituras- forman parte de esta fundamental institución de la memoria argentina, que aún hasta hoy intenta mantener el espíritu intranquilo de crítica y compromiso intelectual que forma parte del legado de Mariano Moreno.

La Biblioteca Nacional, en cuya historia pueden verse los trazos elocuentes de la historia argentina, ha sido atravesada, a veces mellada, otras veces impulsada, por la vida política más amplia.

No es posible pensarla, gestionarla, trabajar en ella, investigar sus salas de lectura o tomarla como pieza de la política cultural argentina, sin tener en cuenta el vasto eco que ofrece -como si fueran los ecos de un nombre borgeano- de los avatares de la propia memoria nacional. Venir a ella supone adentrarse en la propia historia de la lectura en la Argentina y, en las complejas urdimbres, observar sus pliegues simbólicos y materiales.